En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
La propina (del latín propinare, ‘dar de beber’) es una recompensa generalmente económica que se otorga como agradecimiento por un buen servicio y por el producto consumido.[1]
En la mayoría de los sitios, el cliente decide si da o no una propina y el monto de ésta. En los últimos años en algunos países la propina se ha convertido en un pago obligatorio por algunos servicios, los restaurantes son el mejor ejemplo de esto. Sin embargo, al ser obligatoria haría que pierda el carácter de propina (aunque se conserve el nombre).[2][3]
Por otra parte, hay empresas en las que los trabajadores no ganan más que lo que obtienen de propinas (como es el caso de repartidor de supermercado). Y, en cambio, algunas prohíben a sus clientes dejar propinas a los empleados. Los botes, a diferencia de las propinas, se suelen repartir entre todos los empleados, ya sea de forma monetaria o en cena de empresa.[cita requerida]
Estas situaciones han comenzado a polarizar a los consumidores, habiendo por un lado gente que piensa que la propina es algo prácticamente obligatorio para apoyar a la economía del trabajador, por otra parte hay quienes creen que dar propina solo propicia que los salarios se mantengan a niveles denigrantes. Mientras que algunos otros sólo ven a la propina como una vieja costumbre.
En 2007 Pedro Solbes, entonces Ministro de Economía de España afirmó que las propinas excesivas son un factor para el aumento de la inflación del país.[4]
En países como Estados Unidos, la costumbre de dejar propina se ha expandido más allá de los restaurantes. Es así que es común entregar propina al chofer del taxi (15 %), al botones del hotel y al peluquero.